Hay palabras que se esconden entre la carne de los cuerpos. Palabras que buscan entre las horas arrebatadas, historias inventadas en el revés de una madrugada.
Hay palabras, que se abren a orillas del horizonte trazando salvajes azules, clamando un atreverse a morir, en el vuelo vertiginoso de una mariposa.
Hay palabras que se escriben entre mujer y la comisura de unos labios tejidos con el temblor de la tierra.