Días en los que la memoria amanece herida de verbos errantes.
Días en los que el encuentro con la muerte se disfraza con los versos que un amante dejó escritos bajo mi piel antes del amanecer.
Días en los que las lágrimas apenas contienen una sombra de penumbra vertical.
Días en los que el silencio lo puede todo,
Días en los que el camino es sólo una espiral temblorosa de infancia, la distancia se vuelve sangre abierta y el abismo es un límite de tiempo abierto escrito con las cenizas de los cadáveres sin tumba.
Y hay días en los que tropezar es toda compañía, las palabras se precipitan con la impaciencia de un amor de juventud, vivir se convierte en una ecuación sin fórmula precisa, y querer, es un no poder con nombre de soledad.
Soledad Caballero Castro
*Cuadro: Las bañistas. P. Cezanne
*Cuadro: Las bañistas. P. Cezanne
4 comentarios:
Bonitos versos, pasaré por aqui más a menudo.
saludos.
jose carlos.
Soledad, me gusta tu poema, es sugerente, está bien estructurado y ha hecho que me identifique pues sí, efectivamente, hay días como esos que metaforizas y hay "días que ahogan y amoratan, tardes que ocultan su puñal". Me gustan especialmente estos versos: "una sombra de penumbra vertical" "tiempo abierto escrito con las cenizas de los cadáveres sin tumba". Si me permites una crítica te diría que el remate final no está a la altura del resto del poema. Yo trabajaría más allí.
Gracias por visitar La Cala.
Te dejo un abrazo fraterno desde el confín austral!
Gracias Eva por tu lectura.
Gracias José por tu visita.
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